Escritxr original: Dan Freed
Traducido por: Adriana Arroyo y Laila Latifi
Tan rápido como llegó, el cálido abrazo de la "semana del plan de estudios" ha pasado. Si bien los estudiantes suelen ser bombardeados con las mismas políticas de clase sobre mentir, hacer trampa y robar, este semestre hubo una adición notable a muchos programas de estudios: ChatGPT. Aunque ChatGPT se lanzó solo en diciembre, su llegada ha dominado el discurso en educación. Maestros y padres se han apresurado a declarar el clase de inglés e incluso el ensayo universitario muerto. En respuesta a las crecientes preocupaciones, los distritos escolares de Nueva York y Seattle prohibieron el llamado "dispositivo de engaño," con el condado de Fairfax siguiendo su ejemplo en enero. Aunque la incertidumbre dentro de la academia es comprensible, la retórica alarmista y las prohibiciones absolutas son miopes. Debemos comenzar a darnos cuenta de la capacidad de ChatGPT como herramienta de enseñanza tanto a nivel universitario como más allá.
ChatGPT es el último lanzamiento de la compañía de inteligencia artificial IA abierta. Un chatbot conversacional, ChatGPT usa técnicas de aprendizaje automáticos para producir respuestas reflexivas a las solicitudes. IA abierta da varios ejemplos de usos potenciales para el programa en el página principal de su sitio web — desde pedirle a ChatGPT que explique la computación cuántica en términos simples hasta solicitar una lista de ideas para la fiesta de cumpleaños de un niño de diez años. Si bien puede ser fácil de despedir el programa como una exageración, es difícil negar sus éxitos, ya que logró tanto pasar un MBA examen e incluso ayudar a escribir legislación. Solo dedique un par de minutos a jugar con el software fácil de usar y quedará asombrado por sus capacidades.
Su capacidad ha alimentado los temores de que hacer trampa sea una consecuencia inevitable del acceso generalizado a esta IA. Si bien tiene sentido que el primer instinto de muchos distritos sea bloquear ChatGPT, esto simplemente no es factible. Las escuelas pueden prohibir la IA en los dispositivos electrónicos que son propiedad de la escuela e incluso en el sistema wifi de la escuela, pero los estudiantes tienen sus propios teléfonos y computadoras. Incluso si no lo hacen, no se necesita una persona con experiencia tecnológica para acceder a una VPN, lo que permite a los estudiantes eludir las medidas de seguridad establecidas por los administradores. Han habido desarrollos para resolver la amenaza de hacer trampa, incluyendo GPTZero, una aplicación creada por un estudiante de Princeton que afirma ser capaz de detectar si un texto fue producido por IA. Sin embargo, simplemente cambiar algunas palabras de un texto generado por IA engaña fácilmente al software. Y con Microsoft recientemente invirtiendo 10 mil millones de dólares en ChatGPT, no parece que una guerra de desgaste sea una opción. La IA está aquí para quedarse, y solo está mejorando. Incluso si un programa como GPTZero pudiera detectar la escritura de IA con perfecta consistencia, estaría atrapado en un juego de ponerse al día con ChatGPT y otros programas en desarrollo.
En vez de huir de ChatGTP, ¿por qué no lo usamos? Cuando se usa correctamente, ChatGPT puede ser una herramienta revolucionaria en clase. Para empezar, podría nivelar el campo de juego para apoyar a los estudiantes quienes luchan para traducir sus ideas en prosa, especialmente los con dificultades de aprendizaje como dislexia. Una de las características más valiosas es su habilidad de desglosar los conceptos difíciles en términos fáciles de entender, la que efectivamente convierte el programa en un asistente de aprendizaje personalizado. En particular, esto beneficiaría a los estudiantes quienes tienen dificultades con procesar información rápidamente en sus clases. ChatGPT puede complementar el aprendizaje por proporcionar al usuario con un compañero conversacional para discutir los conceptos más difíciles. Si lo aprovechamos, ChatGTP rápidamente se convertiría en una herramienta para los estudiantes con las acomodaciones de SDAC, ayudando a promover “acceso e inclusión” en la Universidad.
Esta tecnología tiene la capacidad de beneficiar a todos — no solo a los estudiantes con acomodaciones de aprendizaje. ChatGPT es un chatbot, entonces su función principal es hablar con el usuario. Esto significa que los estudiantes de inglés como su segundo lenguaje siempre tendrían el compañero perfecto. ¿Necesita algo para debatir? La capacidad de ChatGPT ofrecer todos los lados del argumento lo convierte en el compañero perfecto. El software Generative Pre-Trained Transformer [Transformador Pre Entrenado Generativo] se presta para desarrollar los argumentos y contraargumentos. Aunque no hay reemplazo por aprender o debatir con otro ser humano, todos los estudiantes no siempre tienen esta opción — especialmente los quienes prefieren trabajar remotamente. ChatGPT siempre estaría disponible para ayudar a complementar el aprendizaje.
La preocupación más grande entre la facultad de la Universidad es lo que ChatGPT significa para el sistema Honor. Es razonable considerar cómo un programa que puede escribir sus propios ensayos podría coexistir con el legado fuerte del honor en la Universidad. Pero la innovación y el Honor pueden coexistir en cada área de la Universidad. Las calculadoras permitieron más progreso en las matemáticas. Usamos el robot de cirugía Da Vinci en nuestra escuela de medicina. La realidad es que estas herramientas pueden ser utilizadas para ayudar a los estudiantes a lograr más y alcanzar mayores alturas.
Las universidades han sido los impulsores de la innovación durante siglos. El internet y el GPS se desarrollaron en MIT. Concibieron los cinturones de seguridad modernos en un laboratorio en Cornell. Y la noción de una Aldea Académica — pues, ya saben dónde se originó. Necesitamos aceptar los conceptos innovadores, no temerlos. Y ChatGTP no es una excepción.
Dan Freed es un Columnista de Opinión quien escribe sobre el Académico para el Cavalier Daily. Se le puede contactar en opinion@cavalierdaily.com.
Las opiniones expresadas en esta columna no necesariamente son las del Cavalier Daily. Las columnas representan las perspectivas solamente de los autores.
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